Rubén será capaz de llegar hasta las últimas consecuencias con tal de darle a su hijo, Rubencito, el regalo que pidió en la Carta al Niño Dios. Aunque su exesposa Mireya, el novio de ella, Renzo, y su mejor amigo, el Cura Raúl, duden que el regalo llegue para la noche buena; Rubén hará lo posible para conseguirlo. Así, en medio de su desesperación por el regalo de navidad para su hijo, vivirá la más maravillosa prueba de amor y comprobará que el niño Dios existe donde la magia de los corazones hace posible lo imposible.